Los gobiernos latinoamericanos deberían ser cautelosos al tratar a las asociaciones público-privadas (APP) como la solución integral para los proyectos de infraestructura, pese a su reciente éxito en diversos países de la región, señaló el director de infraestructura de KPMG en Chile, Santiago Barba.
"Un proyecto de colaboración público-privada, o incluso una privatización, puede tener sentido si las autoridades han estudiado primero adecuadamente el costo del proyecto y sus características y han determinado cuál modelo de negocios es el que da el mayor costo beneficio tanto para la administración como para los ciudadanos", dijo el ejecutivo a BNamericas.
"Dentro de un país, distintos sectores y proyectos dentro de la misma área pueden tener realidades diferentes", añadió.
Aunque muchos gobiernos ven a las APP como una solución fácil, el modelo no ofrece necesariamente el mejor valor por dinero, ya que dependerá de las características de cada proyecto, sostuvo.
Barba hizo estas declaraciones en el marco de la Cumbre de Infraestructura del Cono Sur de BNamericas, que se realiza en Santiago de Chile entre el 6 y 8 de octubre.